Amós 4:6

Amós 4:6 “Os hice pasar hambre en todas vuestras ciudades y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; más no os volvisteis a mí, dice el Señor”.

A lo largo de este capítulo se repite una y otra vez las palabras “no os volvisteis a mí”. A través de esta afirmación podemos comprobar cuál era la terrible actitud en la que se encontraba el pueblo de Israel. A pesar de los juicios que Dios estaba derramando, las personas seguían endurecidas, obstinadas en sus pecados y no querían volverse hacia el Señor en arrepentimiento. Debido a esta situación, finalmente el pueblo perdió toda sensibilidad espiritual.

El ser humano, a pesar de ver cómo Dios está actuando en medio de este mundo a través de sus juicios, continúa prisionero en su orgullo y rebeldía. Las personas no solo no pueden, sino que además no quieren volverse hacia el Señor en arrepentimiento y fe. Preferimos habitar en el terreno del pecado que correr hacia Dios para que nos ofrezca libertad y una nueva identidad. Esta es la trágica situación espiritual en la que nos encontramos todos debido a la maldición del pecado que habita en nuestro interior.

La buena noticia es que Dios, por medio de su Espíritu Santo, puede transformar nuestro corazón duro e insensible. Dios puede producir en nosotros el milagro del nuevo nacimiento, y cuando esto sucede, entonces tenemos la capacidad de volvernos al Señor en arrepentimiento y fe. Qué precioso es contar con la sensibilidad espiritual, la cual nos permite oír la voz del Señor. Todos aquellos que somos hijos de Dios podemos obedecer su voluntad y caminar todos los días cogidos de la mano de nuestro Padre Celestial.