Amós 8:11 “Ciertamente, vienen días, dice el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor”.
Como sabemos, Dios es tardo para la ira y grande en misericordia, pero no podemos jugar con la paciencia y la misericordia del Señor porque, aunque Él es paciente, también es cierto que en su debido tiempo viene el juicio, el castigo y la ira. Sabemos que Dios tuvo muchísima paciencia y misericordia con la generación de Noé, pero hubo un día donde el diluvio prometido llegó.
Algo realmente terrible que sucedió en los tiempos del profeta Amós fue el hambre espiritual que Dios mandó sobre la tierra. Se nos dice que Dios envió hambre de la Palabra. Jesús dijo que “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda la palabra que sale de la boca de Dios”. Si no tenemos el pan de su Palabra estamos completamente perdidos. Te invito a que puedas meditar en qué harías si no contaras con la palabra de Dios en tu vida.
Los creyentes cada día damos gracias al Señor por los alimentos que comemos, pero de la misma manera deberíamos darle gracias al Señor todos los días por el alimento espiritual con el que también nos alimentamos. Damos gracias al Señor porque aún contamos con el alimento de la Palabra, aunque también es cierto que en muchísimos lugares los cristianos carecen de un buen alimento espiritual. Son muchas las personas que tienen hambre de la Palabra de Dios, así que si estás en una iglesia bíblica, ¡celebra y agradece al Señor por la palabra que cuida y fortalece tu vida espiritual!