Daniel 2:21

Daniel 2:21 “Él cambia los tiempos y las edades, quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos”.

El Rey Nabucodonosor tuvo un sueño el cual lo dejo muy inquieto. Él ordenó que los sabios tenían que darle la interpretación de ese sueño, sin explicárselo. Si ninguno era capaz de hacerlo entonces los mataría a todos. Esto era humanamente imposible, pero Daniel, ante la amenaza, clamó al Señor junto a sus amigos para que Dios les revelara ese misterio y le diera la sabiduría para poder interpretar el sueño de la gran estatua.

A través de este acontecimiento, podemos aprender grandes y valiosas lecciones para nuestras vidas. Estos jóvenes estaban en un momento donde sus vidas corrían peligro, pero lo primero que hicieron fue buscar a Dios en oración. Nunca debemos dejar la oración en último lugar. Orar a Dios es siempre lo primero que deberíamos de hacer sea cual sea la situación que estemos enfrentando. Cuando Daniel recibió la visión y la interpretación del sueño, lo primero que hizo fue exaltar, agradecer y adorar a Dios por su fidelidad. No dejemos de alabar a Dios por todo lo que recibimos de su mano bondadosa.

Finalmente, Daniel no aprovechó esta oportunidad para exhibirse o promocionarse. Él sabía muy bien que su conocimiento venía de aquel que entrega la sabiduría. Por ese motivo, desde el primer minuto se dedicó a glorificar a Dios delante del rey. Daniel no dejo escapar este momento y le predicó al rey acerca del único Dios vivo y real. No dejemos que nuestros corazones se eleven en orgullo, seamos siempre humildes y recordemos que todo cuanto tenemos y sabemos, procede de la mano bondadosa del Señor. Aprovechemos cada oportunidad que tengamos para exaltar a Dios y darlo a conocer.