Esdras 2:1 “Estos son los hijos de la provincia que regresaron del cautiverio, aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén”.
A lo largo de este capítulo se nos ofrece una lista muy extensa con la cantidad de personas que regresaron a Jerusalén después del cautiverio en Babilonia. Unos 40.000 individuos volvieron para recuperar el lugar que les pertenecía. Durante años estuvieron lejos de su hogar, lejos del templo y lo más grave, lejos de Dios. El pueblo que fue escogido para disfrutar de la libertad estuvo durante mucho tiempo siendo esclavo y prisionero del rey Nabucodonosor.
A los seres humanos nos ha sucedido exactamente lo mismo: en el principio de los tiempos Dios creó al hombre y a la mujer para que disfrutaran de la vida en el hermoso huerto del Edén. Pero debido al pecado, la humanidad fue expulsada de la presencia del Dios tres veces Santo. Desde entonces, generación tras generación, ha vivido errante por este mundo siendo esclavo y prisionero del diablo. Pero la buena noticia es que Jesús vino para rescatarnos y llevarnos de nuevo al lugar que nos corresponde como hijos de Dios.
Dios tiene una lista con el número exacto y los nombres de cada una de las personas que habitaran con Él por toda la eternidad. Muy pronto por fin estaremos regresando a casa, atrás dejaremos las cadenas, los ídolos y la cautividad de este mundo. Falta muy poco para que ese día glorioso llegue y podamos disfrutar de todas las bendiciones que nuestro Padre Celestial está preparando para cada uno de los que formamos parte de su pueblo. En medio del caos que estamos viviendo en esta Babilonia terrenal no olvides jamás que nuestra ciudadanía está en los cielos de donde esperamos la venida de nuestro Señor y Salvador.