Esdras 4:4 “Entonces, la gente del país intimidó al pueblo de Judá y lo atemorizó para que detuviera la edificación”.
Cuando el pueblo de Israel regresó de la cautividad de Babilonia, lo primero que hicieron los israelitas fue tratar de edificar el templo de Dios que estaba destruido. En el momento en que ellos comenzaron a trabajar, lo primero que hicieron sus enemigos fue presentar oposición y hacer todo lo posible para que la obra se detuviera. Los enemigos de Dios no quieren que su reino se extienda y para eso siempre harán todo lo posible por desanimar, dividir, paralizar y destruir.
A lo largo de la historia podemos ver como siempre se han levantado enemigos que han tratado de impedir el avance del Reino de Dios. En pleno siglo XXI el cristianismo sigue experimentando el rechazo y la persecución en muchos lugares del mundo. Debemos ser conscientes de esta realidad no para asustarnos sino, por el contrario, estar bien preparados y usar las armas espirituales que el Señor nos ha dejado para vencer todas las batallas con su ayuda.
Nuestra sociedad tratará por todos los medios de intimidarnos con sus mentiras. Muchos se levantarán para intentar silenciar el mensaje del Evangelio, incluso los gobiernos se unirán para atacar los principios del cristianismo. Pero jamás debemos de olvidar que por mucha oposición que se levante, la palabra de Dios y su iglesia continuarán avanzando como un poderoso ejército. El Dios eterno y todo poderoso juega en nuestro equipo, por eso el cristianismo es imparable.
No tengamos temor a nada ni a nadie. Levántate y sigue edificando la preciosa iglesia de Jesucristo y extendiendo el Reino de Dios en los corazones.