Ester 2:17 “El rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti”.
Dios tenía un plan y propósito perfecto para su pueblo, Israel; por ello, permitió que Ester hallara gracia y benevolencia ante la corrompida mirada del rey. A lo largo de la historia podemos ver como muchas veces el Señor ofrece gracia a sus hijos ante personas de autoridad, para realizar su misión. José con Potifar y con faraón, o Daniel con el rey Nabucodonosor, son ejemplos de ello.
Recuerda que cada creyente es un instrumento muy poderoso en manos del Señor para extender su reino. Si ves que hallas gracia ante las personas con las que convives, trabajas, o estudias, recuerda que probablemente Dios te está ofreciendo una preciosa oportunidad para que puedas influenciar; para que seas luz y sal, y cumplas el verdadero propósito de tu vida: dar a conocer el amor del Señor.
Seguramente habrá momentos a lo largo de nuestras vidas, en los que experimentaremos rechazo y oposición simplemente por ser hijos de Dios; pero en otros, sentiremos que el viento sopla a nuestro favor, que caemos bien, que somos valorados y respetados por las personas que nos rodean. En ambas situaciones (cuando el mundo parezca irnos en contra, o cuando todo “vaya sobre ruedas”), debemos ser fieles al Señor y a su evangelio. Detrás de cada acontecimiento que estemos viviendo, Dios está utilizando nuestras vidas para hacer brillar su hermoso nombre.