Ester 6:11

Ester 6:11 “Y Aman tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey”.
 
Esta escena resulta realmente cómica. Amán deseaba con todo su corazón colocarle una soga en el cuello a Mardoqueo, pero finalmente terminó dándole un paseo en caballo y honrándolo ante todo el pueblo. Se encontró a los pies de su mayor enemigo, sirviéndole.
 
Dios siempre es justo. En todo momento cuida de sus hijos, y a su debido tiempo pone a cada persona en el lugar que se merece. ¡Qué alegría y descanso saber que el Señor observa cada una de las injusticias que hemos recibido a lo largo de nuestras vidas! Dios conoce a la perfección quienes son las personas que nos persiguen o desean hacernos daño. Como bien enseña la palabra: la venganza es del Señor (Deut. 32:35). No caigamos en defendernos o atacar a nuestros enemigos; debemos orar y confiar en la justicia divina de nuestro Dios.
 
Al igual que Mardoqueo comprobó la fidelidad y el cuidado de Dios mientras paseaba a lomos del caballo con su enemigo a los pies, nosotros, en el tiempo del Señor, veremos cómo aquellos que nos trataron de manera injusta, dijeron falso testimonio acerca de nuestra persona o nos desearon el mal, también recibirán el justo juicio de Dios. Entender y creer esta verdad nos libera del rencor, temor, del odio y de la amargura. Podemos vivir confiados sabiendo que el Señor nos cuida, pelea por nosotros y su justicia al final triunfará.