Ester 7:10

Ester 7:10 “Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey”.
 
Amán, uno de los súbditos del rey Asuero (el cual había planeado ahorcar a Mardoqueo para luego destruir a los judíos), fue precisamente ejecutado con su propia horca. La justicia y la ira del rey fueron derramadas sobre la vida de este hombre malvado y despiadado.
 
La imagen recuerda a Lucifer: el ángel más hermoso que Dios creó, pero que finalmente se rebeló contra el Señor, convirtiéndose en el temible y malvado satanás. Desde entonces, su intención (al igual que la de Amán) ha sido tratar de hacer daño e intentar destruir al pueblo e hijos de Dios. El diablo siempre actúa contra nosotros con el deseo de hurtar, matar y destruir; pero todos aquellos que tenemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador estamos completamente seguros en las manos del Eterno.
 
La horca para el diablo ya está preparada. Dentro de muy poco tiempo, Cristo regresará para juzgar, castigar y destruir al mayor de los enemigos que ha existido en la historia de la humanidad. Los días de Lucifer están contados. Él recibió un tremendo golpe por medio de la muerte y resurrección de Jesús, y cuando por fin veamos a Cristo regresar del cielo, el diablo y todos los demonios serán vencidos para siempre.