Ester 9:5 “Y asolaron los judíos a todos sus enemigos a filo de espada, y con mortandad y destrucción, e hicieron con sus enemigos como quisieron”
Al final del libro de Ester podemos ver como aquellos que iban a ser destruidos y exterminados, por el contrario, terminaron conquistando y venciendo a todos sus enemigos. Los judíos pasaron de estar en peligro de muerte, a vivir con paz, poder y seguridad. Algo evidente a destacar es que el pueblo de Israel siempre obtenía la victoria porque Dios estaba con ellos.
Hoy día, en pleno siglo XXI, el pueblo de Dios (su iglesia) continúa sufriendo opresión, burla, rechazo y persecución de enemigos. El diablo desea acabar con cada uno de los seguidores de Jesús. Los cristianos han sido asesinados a lo largo de la historia y ahora, más que nunca, la sangre de muchos misioneros es derramada en numerosos países. Con el paso del tiempo, la persecución y el sufrimiento ira creciendo y aumentando, pero debemos confiar siempre en el Todopoderoso.
Dios continúa estando y cuidando de su pueblo espiritual. Él no abandonará jamás a su iglesia y, al igual que los judíos en los tiempos de Ester, los cristianos venceremos y conquistaremos a todos nuestros enemigos. Recuerda que Dios nos ha puesto por cabeza y no por cola. Tú y yo somos más que vencedores en Cristo. Jesús ha obtenido la victoria sobre todos nuestros adversarios en la cruz del calvario y, como muestra el libro de Apocalipsis, al final la iglesia obtendrá la victoria y disfrutará de una gloriosa eternidad.