Ezequiel 15:8

Ezequiel 15:8 “Y convertiré la tierra en desolación, por cuanto cometieron prevaricación, dice el Señor”.
 
En este capítulo vemos como el Señor compara a la nación de Israel con una vid la cual ya no servía, no daba fruto y, por lo tanto, era completamente inútil. Cuando una vid dejaba de producir fruto se echaba directamente al fuego. Por medio de esta analogía, Dios estaba mostrando lo que haría con todos aquellos que vivían en rebeldía, en idolatría y sin dar frutos.
 
Cuando una persona decide invertir su vida en sus planes y propósitos, sin tener en cuenta a Dios, finalmente al igual que la vid, será arrojada en el fuego del infierno. No debemos de olvidar que el verdadero sentido y propósito de la vida es adorar, servir y glorificar a Dios. Debemos amar a nuestro creador, señor y salvador, pero si por el contrario vivimos nuestros años en la tierra sin dar frutos para nuestro rey entonces al final sufriremos por una eternidad.
 
Jesús dijo en cierta ocasión “por sus frutos los conoceréis”. Un verdadero creyente es aquel que muestra su nueva identidad a través de los frutos. Jesús también dijo que si estamos unidos a Él daríamos frutos de manera natural y como una señal de que, la persona del Espíritu Santo está fluyendo en nuestro interior. Si eres cristiano recuerda que estas llamado a dar frutos para la gloria de Dios. Si por el contrario no ves frutos en tu vida, antes de terminar ardiendo en el fuego arrepiéntete de tus pecados y pídele al Señor que transforme tu corazón para que puedas ser una vid preciosa y fructífera.