Ezequiel 23:27

Ezequiel 23:27 “Y haré cesar de ti tu lujuria y tu fornicación de la tierra de Egipto: no te levantarás ya más hacia ellos tus ojos ni nunca más te acordarás de Egipto”.
 
En esta profecía, los pecados que cometió el pueblo de Dios son descritos a través de una alegoría de dos hermanas que se entregan a la inmoralidad sexual. Estas dos mujeres son un símbolo que señalan el reino del norte y del sur, Israel y Judá. El profeta describe de manera intencionada la inmoralidad sexual de estas dos hermanas, para señalar los pecados que cometieron los judíos con los ídolos de las naciones paganas. Si lees el capítulo, podrás ver que tanto los detalles como el lenguaje son impactantes, porque la intención del autor es mostrar lo terrible que es el pecado que cometemos contra Dios.
 
Jamás debemos olvidar que un pecado siempre te lleva a otro pecado. Cuando no confesamos nuestros pecados y no hay un arrepentimiento sincero, el pecado en nuestro corazón va creciendo como una bola de nieve. El pecado en nuestro interior crea hábitos perversos, los cuales nos llevan a realizar acciones perversas. Dios por medio de su palabra desea enseñarnos lo horrible y peligroso que es el pecado para nuestras vidas.
 
La buena noticia es que Dios por medio del glorioso mensaje del evangelio y el poder de su Espíritu Santo, puede limpiarnos de todo nuestro pecado. Dios se ha propuesto realizar una obra interna y eficaz para que aborrezcamos el pecado. Por medio del proceso de santificación seremos libres de la lujuria, de la fornicación y de los ídolos que podemos encontrar en este mundo. Qué alegría saber que nuestras cadenas han sido rotas y nuestro corazón transformado gracias a la salvación de nuestro amado Señor Jesucristo.