Ezequiel 2:7

Ezequiel 2:7 “Les transmitirás mis palabras, escuchen o no escuchen, pues son gente rebelde”.
 
Dios escogió y llamó a Ezequiel para el ministerio profético. Este hombre tenía la responsabilidad de predicar a un pueblo obstinado y rebelde. La condición espiritual de las personas de aquella época, es exactamente la misma que tenemos en estos momentos de la historia. Los seres humanos, desde que fuimos expulsados del huerto del Edén, vivimos en rebeldía hacia Dios y nuestros corazones están completamente endurecidos.
 
A pesar de esta terrible situación, Dios continúa teniendo gracia y misericordia hacia los pecadores. Dios sigue enviando a sus siervos para que prediquen el mensaje del evangelio a toda la gente que vive en rebeldía contra el Creador y su perfecta voluntad. Nosotros al igual que Ezequiel, estamos llamados a predicar con fidelidad la palabra, escuchen o no escuchen.
 
Nunca debemos de olvidar que la salvación es del Señor. Sólo el Espíritu Santo, es el único que puede convencer a un pecador y transformar su duro corazón, por uno sensible que ame a Dios, a Cristo y a su palabra. Seamos valientes como el profeta Ezequiel el cual obedeció al llamado del Señor para con su vida. De la misma manera, cada uno de nosotros hemos sido llamados por Jesucristo para predicar el evangelio a todas las personas de este mundo. Prediquemos con fidelidad toda la palabra de Dios y descansemos en el poder que tiene el Espíritu Santo para entregar a los pecadores arrepentimiento y fe.