Ezequiel 29:12

Ezequiel 29:12 “Convertiré la tierra de Egipto en la más desolada de todas las tierras, y sus ciudades, entre las ciudades destruidas, serán una desolación durante cuarenta años”.
 
Para poder entender este versículo y todo el capítulo, debemos de saber cómo era Egipto en la antigüedad y qué representaba en aquella época. Egipto era probablemente una de las naciones más poderosas que existían en la tierra. Este país estaba muy avanzado, tenía grandes riquezas y contaba con un poderoso ejército. Los países tenían mucho respeto a Egipto y un gran temor a faraón.
 
Los israelitas salieron de Egipto, pero Egipto no salió de sus corazones. Por ese motivo, muchos de ellos aun seguían amando y confiando en este país. Este pasaje nos recuerda que no debemos de confiar en la economía ni en el poder que tenga una persona o todo un país. Nuestra confianza debe estar única y exclusivamente puesta en Dios. Egipto muestra cómo es el corazón de las personas y de los poderosos de este mundo. Son muchos los que confían en su poder o prosperidad, pero todo eso es vano y superficial ya que absolutamente todo puede derrumbarse en un instante.
 
Dios en su debido tiempo trajo juicio sobre este poderoso país y todo se desvaneció. Durante años, Egipto quedó completamente desolado, sus dioses fueron arrasados y toda su belleza, poder y gloria desaparecieron. De la misma manera, los reinos, el dinero y el poder de este mundo algún día también dejaran de existir. Los reyes y las poderosas naciones serán desoladas cuando venga el juicio de Dios para esta tierra. Por ese motivo no dejes que tu corazón ponga su identidad, confianza o seguridad lejos de Dios. Corre y abraza sólo a aquel que es Eterno, Inmutable y Todopoderoso.