Ezequiel 32:15

Ezequiel 32:15 “Cuando deje asolado el país de Egipto, y el país quede despojado de todo cuanto hay en él; cuando mate a todos los que en él habitan, sabrán que yo soy el Señor”.
 
A lo largo de la historia de la humanidad han existido grandes y poderosas naciones, como lo era Egipto en la antigüedad. Éstos países y sus gobernadores sentían que eran los reyes del mundo. Sus corazones estaban sentados en el trono y pensaban que eran los máximos en autoridad debido a la prosperidad de sus riquezas, la fama y todo el poder militar con el que contaban. Eran orgullosos, soberbios y prepotentes.
 
Cuando las naciones y los hombres se elevan, dejan a Dios a un lado y creen que tienen el control de todo. Son muchas las naciones y los hombres poderosos que han pasado por el planeta tierra y absolutamente todos, han caído y desaparecido. Sus nombres y cada una de sus hazañas, sólo quedan en los libros de historia. En su debido tiempo y cuando la misericordia del Eterno llegó a su final Dios se levantó para destruir a Egipto.
 
De la misma manera, el Señor juzgará con justicia a todas aquellas naciones que le han dado la espalda al Creador, se burlan de su voluntad y atacan al cristianismo. Los hombres poderosos de este mundo dentro de muy poco, se verán cara a cara ante el Todopoderoso, aquellos que son los dueños de sus países rendirán cuentas al dueño del universo. Los soberbios serán humillados, juzgados y castigados. En el tiempo final, Dios acabará con todas las naciones y creará un mundo nuevo donde su reino de gozo y de paz se establecerá por toda la eternidad.