Ezequiel 38:23 “Entonces seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy el Señor”.
En este capítulo se nos describe la profecía de cómo sería la guerra final del pueblo de Dios contra la nación de Gog. Tras acabar y vencer a los enemigos, el nombre del Señor sería nuevamente reconocido y exaltado. Entre todas las naciones paganas Dios sería engrandecido y todas las personas, ante el cumplimiento de las profecías, reconocerían que sólo existe un Dios verdadero.
Todos estos acontecimientos apuntan a la oposición mundial que vendrá sobre el Reino de paz del Mesías, pero finalmente la victoria siempre será del Señor. La visión de Ezequiel encuentra su cumplimiento cuando vemos cómo muchos enemigos a lo largo de la historia han atacado y continúan atacando al pueblo de Dios, que es la iglesia de Cristo.
En medio de toda la oposición que experimentamos los cristianos en este mundo caído que odia y aborrece a Dios, nosotros jamás debemos olvidar que finalmente, la victoria siempre será para el Señor. Por muy mal que esté el mundo, y por muy mal que se ponga todo con el paso de los años, siempre debemos recordar que, cuando Dios venga para traer su juicio a este mundo, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor.