Ezequiel 42:4

Ezequiel 42:4 “Me dijo: las cámaras del norte y las del sur, que están delante del patio, son cámaras santas en las que los sacerdotes que se acerquen al Señor comerán las santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, la ofrenda, la expiación y el sacrificio por el pecado, porque el lugar es santo”.
 
Lo último que se le mostró a Ezequiel en la visión del templo fue las cámaras del atrio exterior. Este lugar estaba reservado exclusivamente para los sacerdotes y levitas. A todos aquellos que estaban apartados para el servicio en el templo se les permitía comer porciones de las ofrendas que se traían a Dios. Todo este grupo debía ser cuidado y mantenido por el resto del pueblo ya que ellos vivían exclusivamente para el servicio.
 
El templo era un lugar santo, pero contaba con una zona donde los siervos de Dios podían comer y realizar sus actividades cotidianas. De esta manera, el Señor estaba mostrando al profeta que aquellos que ministran los asuntos sagrados de su casa y se encargan de atender al pueblo, deberían tener cubiertas todas sus necesidades. Esto precisamente nos recuerda cómo enseña la palabra que los creyentes y la iglesia deben proveer las necesidades básicas de sus pastores.
 
Tratemos de hacer todo lo posible por cuidar y bendecir a los pastores que dedican sus vidas a cuidarnos y bendecirnos. Meditemos mucho más en las necesidades de aquellas familias que viven entregadas completamente a la obra del Señor. Seamos generosos y ofrendemos con alegría para proveer a las personas que Dios ha llamado para servirles a tiempo completo en el ministerio. 
Recordemos, como enseñó el apóstol Pablo, que el obrero es digno de su salario y que aquellos que se dedican a anunciar el evangelio tienen que vivir del evangelio.