Ezequiel 45:5

Ezequiel 45:5 “Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá holocausto al Señor siete becerros y siete carneros sin defecto, uno cada día de los siete días; y por el pecado ofrecerá un macho cabrío cada día”.
 
En este capítulo se habla de las leyes relacionadas con el reparto de las tierras y de todo el sistema de ofrendas que había que entregar en el templo. Las ofrendas de sacrificio por el pecado eran un medio para poder cumplir con la “reconciliación” entre Dios y todos aquellos pecadores que deseaban adorarle y tener relación con Él. 
 
Durante todo el antiguo testamento, los seres humanos debían de ofrecer animales inocentes para poder aplacar la ira que Dios siente hacía el pecado. En el Antiguo Pacto se derramó muchísima sangre para poder expiar la culpa y la consecuencia del pecado. Dios es un Dios completamente Santo y Justo. Él no puede mirar hacia otro lado o esconder nuestro pecado bajo la alfombra. Alguien tiene que pagar por el pecado, por eso en el pasado se practicaba el sistema de sacrificios, pero ahora nos encontramos en el periodo de la Gracia.
 
La Biblia enseña que Cristo se ofreció a sí mismo como el sacrificio perfecto para quitar el pecado una vez y para siempre. Jesús abolió todos los sistemas de ofrenda que existían en el antiguo pacto. Nosotros ahora somos libres de todo ese protocolo y ritual. Nuestra confianza esta puesta en Jesús, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Qué precioso es saber que ahora podemos presentarnos delante del Dios Padre, gracias a la muerte y resurrección de nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo.