Ezequiel 46:13

Ezequiel 46:13 “Cada día ofrecerás en holocausto al Señor el sacrificio de un cordero de un año, sin defecto; cada mañana lo sacrificarás”.
 
El Señor estableció en el sistema de ofrendas que cada día había que sacrificar un cordero. Esto había que hacerlo todos los días de manera continua. Además, no podía ser cualquier cordero, era necesario que tuviera un año y que fuera sin defecto. A Dios no podían entregarle cualquier cosa, como hizo Caín cuando presentó su ofrenda. Al igual que hizo Abel, había que elegir con delicadeza al mejor cordero para ofrecérselo al Señor.
 
No sé si alguna vez te has parado a pensar cómo sería tu vida y tu relación con Dios si hubieras nacido durante en el tiempo del antiguo pacto. Qué triste tendría que ser levantarte cada mañana y no poder tener una relación íntima, personal y directa con el Señor. ¿Te imaginas no poder orar para derramar tu corazón ante Dios y sentir su presencia? ¿Te imaginas no poder abrir las páginas de tu biblia para leer las promesas del Señor y entender cuál es su voluntad para con tu vida?
 
En ocasiones no valoramos lo que tenemos, créeme que tu tiempo de devocional es realmente valioso. Lo que a ti no te ha costado nada, a Cristo le costó absolutamente todo. Nosotros ahora podemos disfrutar de la presencia del Dios eterno porque Jesucristo se entregó voluntariamente como ofrenda por nuestros pecados. Jesús es el cordero perfecto y a través de su hermosa sangre tenemos paz para con Dios. Ya no tienes que ofrecer sacrificios externos. Ahora somos nosotros el sacrificio vivo que debemos entregar a Dios cada día. Valora y disfruta de las bendiciones que tienes gracias a la obra de amor que ha realizado el Hijo de Dios.