Ezequiel 5:1 “Tú, hijo de hombre, toma un cuchillo afilado, como si fuera una navaja de barbero, y aféitate la cabeza y la barba; toma después una balanza y divide los cabellos”.
Dios le pidió al profeta Ezequiel que cortará su cabello para mostrar las diferentes maneras en las que juzgaría al pueblo. Cortar el cabello estaba relacionado con la catástrofe que estaban a punto de recibir. El juicio de Dios afectaría a toda la nación.
Uno de los temas que más se repiten a lo largo del libro de Ezequiel, es la severidad del castigo que recibiría el pueblo de Israel debido a sus pecados. Durante siglos y a través de diferentes profetas, el Señor habló y advirtió claramente al pueblo de todo lo que sucedería, pero como siempre ocurre, las personas no tuvieron en cuenta las palabras de Dios.
La gran mayoría de las personas que actualmente habitan el mundo, viven sus vidas sin tener muy en cuenta las advertencias del Señor. Dios continúa hablando a través de sus hijos y gritando desde el cielo para que las personas se vuelvan a Él en arrepentimiento y fe, pero nuestra sociedad hace oídos sordos como si nada fuese a suceder. No debemos de olvidar que la Biblia afirma que todos somos pecadores y que nos encontramos bajo la ira y condenación de Dios. Solo Cristo puede salvarnos del justo juicio de Dios.