Ezequiel 7:10 “¡Ya viene el día, de verdad que viene! Ha llegado el momento; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia”.
Ezequiel advirtió claramente al pueblo que el fin estaba cada vez más cerca. Dios estaba a punto de realizar su juicio para castigar al pecador. El orgullo, la maldad y la soberbia aumentaron y reverdecieron. Por ese motivo vendría la destrucción sobre la nación de Israel y su templo. A lo largo de este capítulo en varias ocasiones se repiten las palabras “el tiempo viene”, para mostrar que la hora señalada ya se estaba cumpliendo.
Miles de años después, tenemos un contexto diferente pero la condición espiritual de los seres humanos es prácticamente la misma. En pleno siglo XXI podríamos afirmar que el orgullo, la maldad y la soberbia están aumentando y reverdeciendo a pasos agigantados. Este mundo, que vive sumido en la superficialidad y en la ignorancia, debe de saber que ya viene el día del juicio final. El tiempo señalado por Dios para juzgar al pecador está muy pero que muy cerca, por ese motivo todos debemos estar preparados para encontrarnos cara a cara con el Señor.
Ninguna persona podrá librarse por sí mismo del justo juicio y castigo de Dios. Ni las riquezas, ni nuestros títulos, ni siquiera nuestras buenas obras podrán protegernos de la ira de Dios. La única esperanza y solución es correr hacia Cristo en arrepentimiento y fe. Sólo en Cristo se halla la salvación de nuestras almas. Echa todos tus ídolos del templo de tu corazón y confiesa a Jesucristo como tu único y verdadero Señor y Salvador.