“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” Génesis 6:8
Tras la expulsión del huerto del Edén la humanidad comenzó a crecer, el hombre y la mujer se multiplicaron de la misma manera que el pecado también creció y se multiplicó. En muy poco tiempo la maldad conquistó todo lo bueno que Dios había creado. La tierra y el corazón de las personas era un verdadero caos, a tal punto que el Creador se arrepintió de haberlos creado.
El ser humano en estos momentos al igual que sucede ahora en nuestra actualidad lo que realmente merecía era castigo y destrucción. Pero por el contrario el Señor se presentó para derramar sobre un hombre su GRACIA inmerecida. Precisamente este es el resumen de toda la Biblia, (el hombre pecando desde Génesis 3 y Dios mostrando Gracia sobre Gracia desde Génesis 3).
Noé también fue concebido en pecado, él también le dio la espalda al Señor, este hombre no era bueno, porque como dice la Escritura “no hay ni uno que sea bueno”, pero aún así Dios decidió mostrar su Gracia sobre él y su familia.
Que espectáculo, cuanto Amor y cuanta Misericordia ha tenido el Señor con cada uno de nosotros. Tú y yo también nos encontramos en medio de un mundo loco y de una generación que disfruta en el barro de la maldad.
Alabado sea el Señor que nos eligió, buscó y llamó para regalarnos su bendita Gracia. Los hijos de Dios somos como Noé, personas imperfectas y pecadoras que merecíamos el castigo, pero finalmente fuimos alcanzados por la GRACIA del Eterno. No olvidemos jamás cual era nuestra condición y cual es ahora nuestra nueva posición.