Isaías 22:13

Isaías 22:13 “¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!”.
 
Esta frase resume perfectamente en que consiste la vida de todas las personas que no creen en la existencia de Dios. Aquellos que no tienen esperanza de vivir tras la muerte intentan exprimir al máximo cada día y cada momento. Este pensamiento ha estado presente a lo largo de todas las generaciones desde que la humanidad fue expulsada del huerto del Edén. Esta es la filosofía triste y desesperada que presenta el hedonismo. Hay que vivir al máximo la vida y saborear cada instante porque quizás mañana la muerte nos visite y absolutamente todo desaparezca y termine para siempre.
 
El pecado nos ha cegado tanto que no somos conscientes de lo terrible que es vivir con este pensamiento. Además, la gran mayoría de personas que viven de espaldas a Dios disfrutando de la vida y pensando que todo terminará en el momento que el corazón deje de latir deberían de saber que esa no es la realidad. La muerte no es el fin, la muerte es más bien el principio de la eternidad. Toda persona que ha pasado por el planeta Tierra, después de quedar sin vida, abrirá sus ojos o bien en la maravillosa y dulce presencia de Dios o por el contrario pasará toda su eternidad en un lugar de sufrimiento y tormento llamado infierno.
 
La buena noticia que ofrece el evangelio por medio de Cristo es que todos aquellos que pongamos nuestra fe y confianza en la persona de Jesús, aunque estemos muertos viviremos. El cristianismo ofrece gozo, paz, seguridad y sobre todo esperanza ante la muerte. Que precioso pensar y creer que podremos vivir por todos los siglos y sobre todo disfrutar de una relación personal con el Creador y con nuestro amado Señor y Salvador. Cambia el mensaje del hedonismo por el glorioso mensaje del cristianismo.