Isaías 29:13 “Dice, pues, el Señor: porque este pueblo se acerca a mí con su boca y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento humano que les ha sido enseñado”.
Estas palabras muestran y resumen a la perfección cual es el espíritu de la religión hueca y vacía que Dios aborrece y rechaza. Son muchas las personas que con sus labios y palabras dicen amar, servir y obedecer al Señor, pero con sus acciones muestran que todo esto no es real. De nada sirve decir que amamos a Dios si Él no está presente y es el protagonista en nuestro corazón. Las formas externas de adoración no significan absolutamente nada para Dios, Él, como dice la palabra, busca verdaderos adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad.
La adoración que complace a Dios es una respuesta en fe y obediencia. Además, si realmente queremos agradar al Señor solo podemos hacerlo obedeciendo su voluntad la cual ha sido revelada en las Sagradas Escrituras. No se puede amar a Dios correctamente si no conocemos la Biblia. Aquellos que no tienen en cuenta la palabra de Dios simplemente siguen mandamientos dados por los hombres. Podemos practicar y estar en un ambiente religioso y aun así tener un corazón lejos de Dios.
Trata por todos los medios de que la adoración que expresan tus labios hacía Dios esté respaldada por la obediencia y la pasión de tu corazón. Huye del terreno de la religión y disfruta en todo momento de una preciosa relación con el Señor. Escudriña cada día con delicadeza la Biblia para que puedas vivir y caminar en el temor de Dios.