Isaías 35:4

Isaías 35:4 “Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! Vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y os salvará”.
 
En el momento que estamos abatidos, tristes o agotados por alguna situación complicada siempre debemos predicarle la buena noticia del evangelio a nuestra alma.
En medio de cualquier circunstancia adversa que se presente tenemos que esforzarnos y no temer a nada ni a nadie porque el Señor está con nosotros. Nuestro corazón con mucha facilidad se tambalea y son solo las verdades de la palabra las que pueden darnos el ánimo, el gozo y la esperanza que necesitamos para continuar avanzando.
 
Jamás debemos olvidar que el Señor viene pronto. Él vendrá con recompensas y galardones que serán de gran bendición. Dios ha prometido que él mismo regresará para salvarnos así que en medio de todos nuestros temores y aflicciones debemos proclamar estas maravillosas promesas. Somos el pueblo de Dios y por lo tanto cada uno de nosotros somos guardados con su poder para alcanzar la salvación que nos está reservada en los cielos con Cristo.
 
Si conoces a un creyente que tiene su corazón apocado o se encuentra atravesando un tiempo de desanimo no olvides recordarles estas fabulosas palabras. Solo cuando meditamos, saboreamos y abrazamos las gloriosas verdades del evangelio podemos salir de cada uno de nuestros pozos para vivir con la esperanza y el gozo de la salvación.