Isaías 40:31 “Los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”.
Cuando estamos atravesando una situación complicada todos tratamos de encontrar la solución lo antes posible. Eso hace que en muchas ocasiones nos precipitemos y cometamos errores. La paciencia no es una de las fortalezas o virtudes que más caracterice a las personas de nuestra generación. A nuestra sociedad no le gusta tener que esperar ya que el sistema de este mundo promueve todo aquello que es rápido e inmediato, pero algo que debemos de entender y ser muy consciente es que Dios actúa precisamente, al contrario. La gran mayoría de sus tratos con nuestras vidas son por medio de la espera y de la paciencia.
Esperar en el Señor y en sus tiempos no es lo más fácil pero si lo más seguro. Cuando nos sentimos agobiados, tristes, desanimados o incluso sin fuerzas debemos confiar y esperar siempre en el Señor porque Él jamás nos abandonará. Dios ha prometido darnos fuerzas cuando ya no tengamos. Sea lo que sea que suceda en nuestras vidas si esperamos en el Señor podremos remontar el vuelo como las águilas, seguir corriendo sin cansarnos y llegar hasta la gloriosa meta de la eternidad.
Busca al Señor en todo momento y aprende a esperar en Él en sus tiempos y en su perfecta voluntad. Dios nunca llega tarde e incluso cuando estas esperando su Espíritu Santo está obrando en lo más profundo de nuestro ser.