Isaías 46:18 “Hasta vuestra vejez yo seré el mismo, y hasta vuestras canas os sostendré. Yo, el que os hice, yo os llevaré, os sostendré y os guardaré”.
La fidelidad de Dios hacia su pueblo y hacia cada uno de sus hijos es realmente asombrosa. Como Dios es inmutable Él cumplirá siempre con el pacto que ha realizado con él mismo de cuidarnos, sostenernos y hacernos bien. Las personas que están a nuestro alrededor e incluso aquellas que más nos aman pueden cambiar y dejar de cumplir las palabras que nos prometieron. El amor de nuestra sociedad y del corazón de los seres humanos se apaga y desaparece, pero el amor del Señor es eterno.
Esta hermosa promesa nos recuerda que el Señor estará con nosotros desde la cuna hasta la tumba. Nadie estará tan presente en tu vida como el Dios invisible que camina contigo. El Señor ha prometido sostenerte en medio de todos los acontecimientos que se presenten a lo largo de tu camino. Tu Creador, el que te formó, te hizo y te dio la vida ha prometido guardarte y estar a tu lado hasta que te encuentres con él cara a cara para pasar el resto de la eternidad.
Estas palabras si las atesoras en tu interior y las crees de todo corazón son realmente poderosas. Si me creo que el Dios eterno es mi buen Padre celestial el cual jamás me abandonará ni me desamparará entonces seré la persona más libre y feliz de todo el planeta Tierra. No importa lo que me hicieron, no importa el dolor del pasado, las dificultades del presente o las circunstancias del futuro. Da igual si me abandonan, si estoy solo o si nadie me quiere: aquel que es la fuente de amor inagotable ha prometido llevarme, sostenerme y guardarme hasta que esté en sus brazos para siempre.