Isaías 51:6 “Mirad la piedra de donde fuisteis cortados, el hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados”.
El Señor deseaba que el pueblo de Israel recordara su historia y su pasado para que en los tiempos de paz y de prosperidad no llegaran a olvidarse del amor, la misericordia y la fidelidad del Señor para con ellos. Precisamente la ruina espiritual y todos los problemas que tuvieron los israelitas a lo largo de los siglos siempre comenzaba en el preciso momento en el que se olvidaban y dejaban a un lado a Dios.
Esta es una lección muy valiosa que debemos de aprender y de tener muy en cuenta. Jamás podemos olvidar de donde Dios nos llamó y nos sacó. En el momento que olvidamos nuestra miseria, nuestra rebeldía, nuestras cadenas espirituales y como nos encontrábamos antes de conocer al Señor comenzamos a despistarnos y a confiar en nuestras propias fuerzas o capacidades. Es realmente triste cuando ves a un creyente que ha olvidado su historia y su pasado.
Mientras vives en el presente y avanzas hacia el futuro no dejes de recordar tu pasado.
Mirando hacia atrás puedes recordar el amor y la misericordia tan grande que tuvo el Señor para con tu vida. Mirando atrás podrás ver como Dios poco a poco ha ido perfeccionando y santificando tu vida para que cada vez sea más como su hijo Jesús. Mirando atrás podrás ver claramente la preciosa fidelidad que el Señor ha tenido contigo durante todo el camino. Recuerda que aquel que estuvo en el pasado camina siempre a tu lado hasta la gloriosa eternidad.