Isaías 53:7

Isaías 53:7 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más el Señor cargó en él el pecado de todos nosotros”.
 
Nos encontramos ante uno de los capítulos más impresionantes no solo del libro de Isaías sino incluso de toda las Sagradas Escrituras. A través de este capítulo se nos describe y recuerda todo lo que voluntariamente estuvo dispuesto Jesús a soportar para salvar al pueblo de Dios. A través de estas palabras podemos descubrir claramente el hermoso mensaje del evangelio.
 
Jesús, el Dios eterno, decidió hacerse hombre para salvar a los hombres. Cristo el Santo, Inocente y Justo fue completamente despreciado y rechazado. Aquel que vino para darnos vida perdió la vida en una cruz maldita. Jesús se bebió la copa de la ira y recibió el golpe del Dios tres veces Santo para que cada uno de nosotros ahora pudiésemos ser recibidos, abrazados y besados por el Padre. Absolutamente todas las personas nos hemos alejado de Dios y descarriado por este mundo debido a la maldad y al pecado que reina en nuestros corazones. Todos somos como ovejas sin pastor, estamos perdidos, sin rumbo y sin esperanza, pero la buena noticia es que el Señor cargó en su hijo todos nuestros pecados.
 
Cada vez que puedas no dejes de leer y de meditar en Isaías 53 para que tu corazón se llene de gozo al recordar las gloriosas verdades que presenta este espectacular capitulo. No olvides ni menosprecies jamás el sacrificio de amor que realizó Jesús para salvar y comprar tu vida para siempre. Celebra cada día que Cristo te ha salvado y comparte con otros cada vez que puedas la buena noticia del evangelio.