Isaías 54:10

Isaías 54:10 “Porque los montes se moverán y los collados temblarán, pero no se me apartará de ti mi misericordia ni el pacto de mi paz se romperá dice el Señor, el que tiene misericordia de ti”.
 
El Señor le recordó una y otra vez a su pueblo elegido por gracia que a pesar de todos sus errores, pecados y rebeldía Él seguiría amándolos, siendo fiel y teniendo misericordia para con sus vidas porque Dios había realizado un pacto con Él mismo. La lealtad y el amor de Dios para con su pueblo y cada uno de sus hijos es debido a su pacto eterno el cual fue hecho en Cristo y a través de la reconciliación de su muerte.
 
El pacto de la gracia de Dios para con su iglesia es absolutamente incondicional y eterno. Puede pasar cualquier cosa en el mundo y en nuestras vidas, pero Dios siempre seguirá caminando a nuestro lado. Los montes pueden moverse, pero la misericordia del Señor permanecerá estable sobre nuestras vidas. El amor de Dios no es superficial y de cartón como el nuestro, Dios no decide amarnos según nuestro amor por Él o nuestra obediencia a su voluntad, su amor no está condicionado en nada ni en nadie, Dios ha tomado la decisión de amarnos en Cristo y lo cumplirá hasta la eternidad.
 
Necesitamos meditar y apropiarnos mucho más de esta gloriosa verdad. Saber que Dios ha decidido amarte y tener misericordia de ti a pesar de tus muchos errores y pecados es algo realmente asombroso. Su gracia y misericordia deberían de animarnos y sostenernos en medio de cualquier circunstancia. Su fidelidad debería de ser suficiente para animar a nuestros corazones en medio de la prueba. No importa lo que pasó o lo que hiciste ayer, cada vez que abras los ojos al despertar puedes recordarle a tu alma que nuevas son cada mañana las misericordias del Señor.