Isaías 66:16

Isaías 66:16 “Porque el Señor juzgará con fuego y con su espada a toda la humanidad; y muchos morirán a manos del Señor”.
 
El libro del profeta Isaías concluye de una manera fuerte e impactante. En su último capítulo se nos presenta los dos únicos destinos que existen para los seres humanos. Todas las personas después de morir pasarán la eternidad o bien en la presencia de Dios o, por el contrario, en el infierno. Algo que debemos saber es que no existe una tercera opción. Aunque muchos crean que quizás dejemos de existir para siempre esa realidad no aparece en la palabra de Dios.
 
Una vez morimos todos nos presentaremos ante el gran trono de Dios donde recibiremos un justo juicio sobre nuestras vidas, pensamientos y acciones. Todos aquellos que hayan vivido dándole rienda suelta a sus deseos, pecando y rebelándose contra Dios y su voluntad serán arrojados al infierno por toda la eternidad. Algo muy importante que debemos saber es que finalmente al cielo o al infierno no se llegará por hacer cosas sino más bien por creer y confiar en la persona de Jesús.
 
Nadie puede ganar el cielo y la salvación de su alma a través de las obras y de la obediencia ya que todos somos pecadores. Para evitar el castigo y el golpe que todos merecemos del Dios tres veces santo debemos correr hacia Cristo. Jesús vino a este mundo para ocupar nuestro lugar en la cruz y salvarnos de todos nuestros pecados. El justo, santo e inocente murió por los injustos, pecadores y culpables. Cree en el Señor Jesús, arrepiéntete de todos tus pecados y serás salvo.