Jeremías 17:9

Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿quién lo conocerá?”.
 
Probablemente, uno de los mayores engaños que ha introducido el diablo en nuestra sociedad es que tenemos que escuchar, obedecer y dejarnos llevar por todo lo que nos dice nuestro corazón. Constantemente se nos anima e invita a ser guiados por los sentimientos y deseos que tiene el corazón. Estos consejos los recibimos a través de la música, del cine, de los famosos y de cualquier persona que tengas cerca. Pero debemos saber que, tras estas palabras, se encuentra el mismísimo satanás tratando de dañar nuestras vidas y, sobre todo, de alejarnos del Señor y de su perfecta voluntad.
 
El error más grande que puedes cometer, es dejarte guiar por tu corazón, el cual está completamente dañado por el pecado. Nuestro corazón está ciego, y la gran mayoría de las veces, nos propone hacer cosas que van totalmente en contra de la voluntad del Señor. De hecho, me atrevería a decir, que muchos de nuestros sufrimientos vienen precisamente por haber dejado a un lado la palabra de Dios y haber seguido la voz de nuestro engañoso y perverso corazón. No confíes ni obedezcas en todo lo que te dice tu corazón, cuando vayas a tomar una decisión, recuerda siempre dedicar tiempo a la oración y buscar cual es la voluntad de Dios revelada en su Palabra.
 
Precisamente, por escuchar al corazón, las personas tienen confusión en algo tan básico y fundamental como es la identidad. Por escuchar al corazón, muchos se han unido en matrimonio con personas equivocadas. Por escuchar al corazón, los jóvenes se rebelan contra sus padres, perseguimos el materialismo, malgastamos el tiempo y el dinero. Toma tu cruz cada mañana y crucifica al corazón engañoso que llevas dentro de tu pecho. Confía y obedece solo en el buen pastor que es Jesucristo y deja que su dulce voz te guie en cada decisión y en cada paso a lo largo de toda tu vida.