Jeremías 18:15

Jeremías 18:15 “Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado”.
 
El pueblo de Israel, en diferentes momentos de su historia, olvidó todo lo que el Señor había realizado por ellos. Cuando olvidamos nuestro pasado, quienes éramos, donde estábamos y cual era nuestra condición antes de conocer a Dios, podemos caer en el error de pensar que ya no necesitamos al Señor y que somos autosuficientes. Es realmente peligroso olvidar y dejar a un lado al Dios fiel y misericordioso que siempre ha caminado con nosotros.
 
Israel no solo se olvidó del Señor, además, se nos dice que celebraban vivir en la vanidad y que tropezaron en sus nuevos caminos. Esto precisamente es lo que nos sucede a todos cuando borramos a Dios de nuestro mapa. Nos convertimos en prisioneros de la falsa vanidad que nos ofrece este mundo. Creemos que hemos hallado la felicidad en las cosas y los placeres, pero con el paso del tiempo, al igual que el rey Salomón, llegamos a la conclusión de que todo es vanidad.
 
Los seres humanos, tenemos la opción de seguir el camino de Dios o de buscar nuestros propios caminos. Lo que sucede, es que, más tarde o más temprano, tropezamos y nos perdemos en nuestros propios caminos. Jamás podemos olvidar nuestro pasado porque solo mirando hacia atrás, desearemos seguir hacia adelante cogidos de la mano de nuestro Padre. Recuerda que Dios también nos ha dejado un camino firme y completamente seguro. Jesús es el camino por el que debemos andar todos los días de nuestra vida.