Jeremías 45:5

Jeremías 45:5 “¿Y tú buscas para ti grandezas? ¡No las busques!, porque yo traigo mal sobre todo ser viviente, ha dicho el Señor; pero a ti te daré la vida por botín en cualquier lugar adonde vayas”.
 
Baruc, fue el colaborador y el escriba del profeta Jeremías durante mucho tiempo. Ambos fueron llevados a Egipto en contra de su voluntad. Este hombre, al estar muy cerca de Jeremías, también experimentó el dolor y el sufrimiento. Al principio del capítulo, podemos ver cómo Baruc estaba preocupado principalmente por su vida; él tenía el deseo de obtener grandezas y de hallar el descanso, la paz y la prosperidad en la tierra, pero eso sabemos que, de momento, es imposible.
 
Él, deseaba ser feliz en la tierra; pero, por el contrario, Dios estaba derramando su juicio. Por eso, este hombre se lamentaba. En ocasiones, nos sucede exactamente lo mismo que a Baruc. Tenemos egocentrismo en nuestros corazones, y nos entristecemos más porque las cosas no salen como nosotros queremos. Debemos tener muy presente y recordar en todo momento, que la vida no trata de nosotros la vida trata de Dios, de su historia y de su plan de redención.
 
Quiero decirte que, las cosas no van a ir para mejor en este mundo; las cosas cada vez serán más difíciles, la depravación del pecado aumentará y, lamentablemente, veremos más dolor y sufrimiento. El juicio de Dios sobre este mundo está muy cerca. La Biblia dice que todo será destruido, así que no pongas tu esperanza, tus ilusiones y tus alegrías en este lugar. La buena noticia que tenemos los creyentes, es la misma que recibió Baruc. Dios ha prometido guardar nuestras vidas. Levanta tu barbilla y recuerda que el verdadero gozo, alegría y descanso, lo recibiremos por toda una eternidad cuando crucemos la frontera de la muerte y nos encontremos cara a cara con Cristo.