Jeremías 48:4 “Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo, porque se engrandeció contra el Señor”.
La nación de Moab, surgió tras la relación incestuosa entre Lot y su hija mayor. Desde el tiempo de éxodo, Moab, fue hostil contra Israel durante varios siglos. Dios, como siempre, mostró tener paciencia y misericordia con cada una de las naciones paganas, pero hubo un momento en el que su juicio y castigo llegó. El Señor, destruyó a la nación de Moab por tres motivos: primero, confiaron en su fuerza, riquezas y dioses falsos. Segundo, eran orgullosos. Y, tercero, se burlaron y atacaron constantemente al pueblo de Dios.
Si analizamos los tres terribles pecados que cometió Moab, veremos que precisamente cada una de estas cosas, las continúan realizando otras muchas naciones. Hoy, en pleno siglo XXI, todas las naciones confían en sus fuerzas, en el poder de su economía y en los falsos dioses. Los reyes y gobernadores son orgulloso y el pueblo de Dios está experimentando una gran persecución, la cual, va aumentando con el paso de los años.
De la misma manera que Dios en su debido tiempo terminó con la nación de Moab, la biblia dice claramente que un día no muy lejano, Cristo regresará para juzgar y castigar a todas las naciones de este mundo. Las naciones y las personas que se sienten poderosas, deberían saber que, dentro de muy poco, se verán cara a cara con aquel que es el Todo poderoso.