Jeremías 49:16 “Te engañaron tu arrogancia y la soberbia de tu corazón”.
El profeta Jeremías, dio una profecía de parte de Dios contra Edom. Esta nación, la cual confiaba plenamente en sus fuerzas, capacidades y recursos, estaba a punto de ser juzgada y castigada por el Señor. La arrogancia y la soberbia en el corazón, actúan como un verdadero cáncer en el interior de los seres humanos. Creer que somos autosuficientes o incluso superiores a los demás, puede llevarnos a un terreno muy peligroso. Desde que el pecado entró en el mundo, las personas viven completamente lejos del Señor, tratando de sobrevivir en sus fuerzas y capacidades.
La arrogancia y la soberbia, conquistaron al ángel Lucifer en el cielo, y a Adán y a Eva en el huerto. Desde ese instante, el mundo está completamente ciego. Las débiles e insignificantes criaturas, están plenamente convencidas que puedan vivir sin la ayuda del Creador. La arrogancia y la soberbia, nos engaña haciéndonos creer que podemos, que somos fuertes, capaces, e incluso a veces, que estamos por encima de los demás.
Cuando Dios a través de su Espíritu Santo transforma nuestro corazón, una de las cosas que hace, es cambiar la arrogancia por la humildad. Ahora, nuestra identidad y nuestra absoluta confianza están ancladas en Dios. Si reconoces que eres prisionero de la arrogancia y la soberbia, te invito a que corras hacia Jesús en arrepentimiento y fe.