Jeremías 5:23 “Pero este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron”.
Dios es el único que puede hacer una radiografía precisa y exacta del estado espiritual en el que se encuentran los corazones. Él no mira la apariencia o lo externo como hacemos cada uno de nosotros, solo el Señor conoce hasta los más íntimos rincones de nuestras almas. Una vez más, Dios analizó al pueblo de Israel y finalmente les declaro que eran pecadores, y que sus corazones eran falsos y rebeldes.
Cuando leemos la historia de Dios con la nación de Israel, podemos ver muy claramente el amor, la gracia y misericordia que ha tenido para con su pueblo. Ellos no querían convertirse de sus malos caminos, no querían abandonar a los ídolos, se rebelaban y constantemente le daban la espalda al único Dios verdadero. La mayor necedad que puede realizar el ser humano, es vivir de espaldas a Dios creyendo que es suficiente, que controla y que encontrará en este mundo lo que solo puede hallar en el Creador.
Lo más increíble, es que así era el pueblo de Israel; así son las personas de esta sociedad. Pero, lamentablemente, así somos también muchos de nosotros. Constantemente nos alejamos del Señor, nos apartamos del dador de la vida y somos seducidos por diferentes ídolos. Debemos correr hacia Cristo en arrepentimiento y fe para que transforme nuestro corazón y perdone todos nuestros pecados. Vuélvete al Señor y camina cada día bajo su yugo, obedece sus mandamientos y confía plenamente en aquel que ha prometido estar a tu lado cuidando de tu vida hasta el final.