Job 17:1 y 7

Mi aliento se agota, se acortan mis días, y me está preparado el sepulcro. Mis ojos se oscurecieron por el dolor, y mis pensamientos todos son como sombra. Job 17:1 y 7

Sinceramente no entiendo cómo la corriente conocida como «el Evangelio de la prosperidad» puede enseñar y afirmar que aquellos que somos hijos de Dios estamos llamados a vivir como reyes, a estar en la abundancia y a no pasar por dificultades o enfermedades. Todo esto es una GRAN MENTIRA.

Desde que el hombre salió del huerto del Edén no ha dejado de sufrir y precisamente sufrimos por la consecuencia de nuestro pecado y por rebelarnos contra nuestro amado creador. Personalmente pienso que el creyente puede pasar por momentos terribles en su vida.

Por supuesto que un Hijo de Dios puede atravesar el valle de sombra que produce el temor, la ansiedad o la depresión. En este libro que estamos estudiando podemos ver cómo Job experimentó el aguijón del dolor en su cuerpo pero principalmente en su mente.

Los problemas psíquicos a veces pueden llegar a ser peores que los físicos. En este día quiero recordarte que es muy normal que en algún momento de tu vida tengas que atravesar una batalla en tu mente. Cuando sientas que tu mente se bloquea por diversos pensamientos echa mano de las disciplinas espirituales.

Es súper importante cambiar nuestros temores y ansiedades por las palabras y las promesas del Señor, continúa orando, aunque te sientas el mayor ateo de la tierra, busca a verdaderos cristianos con quien puedas desahogarte y buenos amigos que te acompañen mientras atraviesas ese terrible túnel.

No entierres tu FE por muy pequeña que sea y recuerda siempre que nuestro socorro viene del Señor. Confía plenamente en tu Padre Celestial porque él jamás dejará que te ahogues en el mar de la depresión.