Joel 2:13

Joel 2:13 “Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y volveos al Señor, vuestro Dios; porque es misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo”.
 
En este capítulo se nos habla de varios asuntos muy importantes. El profeta Joel predice un juicio más severo que los anteriores, hace una invitación al pueblo al arrepentimiento, y concluye describiendo la gran bendición que incluye tanto la restauración física como el avivamiento espiritual. El Señor advierte claramente que se acerca su justo juicio y que la única solución para librarnos del castigo que merecemos es volvernos hacía Él y convertirnos de corazón.
 
Cuando la Biblia utiliza la expresión “volveros al Señor” está haciendo referencia al arrepentimiento. Ahora bien, es importante que entendamos que el verdadero arrepentimiento no es aquel que produce tan solo emociones, tristeza y lágrimas; el arrepentimiento genuino es aquel que produce un cambio interno y se manifiesta a través de un cambio externo. Convertirme o arrepentirme significa cambiar de dirección, es una transformación radical en nuestra vida. El arrepentimiento cambia nuestra manera de pensar, de sentir y de actuar. El arrepentimiento nos impulsa a seguir a Dios y aborrecer el pecado.
 
Dios desea que rasguemos nuestro corazón y no que nos quedemos simplemente con actitudes y manifestaciones externas. El Señor desea que nos volvamos hacia Él porque Dios no se complace castigando, Él desea salvarnos de su juicio y abrazarnos con su amor, su gracia y su misericordia.