Joel 3:16 “El Señor rugirá desde Sion, dará su voz desde Jerusalén y temblarán los cielos y la tierra; pero el Señor será la esperanza de su pueblo, la fortaleza de los hijos de Israel”.
El libro de Joel termina anunciando y advirtiendo acerca del juicio de Dios sobre toda la tierra. Este mensaje no es muy popular, pero sí muy necesario. Algo que se ha perdido mucho a la hora de predicar el evangelio es anunciar y advertir acerca del juicio y del Día del Señor el cual está cada vez más cerca. Las personas de este mundo necesitan saber y oír que el Señor viene pronto y con Él su juicio justo. Joel habló claramente del juicio, del castigo, pero también de la esperanza que tienen todos aquellos que forman parte del Pueblo de Dios.
Cuando estudiamos sobre los tiempos finales, nuestro corazón puede inquietarse y atemorizarse, pero no debemos olvidar que por medio de la obra de Jesucristo podemos tener gozo, paz y esperanza. Es cierto que el mundo que conocemos y en el que vivimos algún día será completamente destruido, ya que el Señor, para acabar con la maldad que existe en el Planeta Tierra, primero tiene que acabar con los malvados, y esos son todas aquellas personas que viven bajo la maldición del pecado.
El Señor destruirá absolutamente todo cuanto existe como hizo en los días de Noé. Dios, al igual que en aquel tiempo ofreció refugio y salvación a los que entraron en el arca, nos mantiene completamente a salvo si hemos confesado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Qué maravilloso y qué descanso es para el alma saber que Dios es nuestro refugio.
El Señor es nuestra seguridad y Él ha prometido salvación para cada uno de sus hijos.