Nehemías 10:39

Nehemías 10:39 “Y prometimos no abandonar la casa de nuestro Dios”.
 
El pueblo de Israel firmó un pacto para comprometerse nuevamente con la ley y los mandamientos que el Señor había establecido en el pasado a través de Moisés en el monte Sinaí. Durante años los israelitas le dieron la espalda al Señor y dejaron de obedecer los mandamientos, por ese motivo ellos decidieron comprometerse nuevamente.
 
Precisamente, la última de sus promesas consistía en no abandonar la casa de Dios. Sabemos que en el tiempo en el que nos encontramos la casa del Señor son nuestros propios cuerpos porque, como dice la Biblia, somos templo del Espíritu Santo. Es cierto que sobre todas las cosas debemos cuidar y proteger nuestro corazón y nuestro interior porque Dios mismo habita en nosotros, pero también tenemos que ser conscientes que la iglesia local donde nos reunimos con nuestra familia en la fe es un lugar realmente importante y valioso.
 
Debemos amar, cuidar y proteger la iglesia donde el Señor nos ha plantado. Debemos prometerle a Dios que haremos todo lo posible por no abandonar su iglesia. Son muchos los creyentes que cuando tienen un problema con alguna persona o cuando no se encuentran en un buen momento espiritual deciden abandonar la iglesia, cuando hacemos eso sufrimos consecuencias y entramos directamente en el terreno de la decadencia espiritual. Ninguna iglesia es perfecta pero no debemos de olvidar que la iglesia es la familia de Dios en la tierra y la amada de Jesucristo. Lucha y trabaja por santificar a tu iglesia local y prométele a Dios que estarás en ella hasta que Él te llame a su presencia.