Nehemías 8:3

Nehemías 8:3 “Desde el alba hasta el mediodía, leyó en el libro frente a la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, en presencia de hombres y mujeres y todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley”.
 
Todos los judíos se reunieron para oír la lectura de la Palabra de Dios y para recibir la enseñanza de la ley. El pueblo de Israel no solo necesitaba tener la protección que ofrecían las grandes murallas, también necesitaban levantar la protección que solo ofrece la poderosa palabra de Dios, por ese motivo Esdras dedicó varias horas a leer públicamente toda la ley de Dios.
 
Una vida, familia o iglesia que no se fundamenta sobre las Escrituras se encontrará completamente desprotegida. No somos nada y no vamos a ningún lugar sin tener presente el consejo de Dios revelado en su Palabra. La Biblia es más importante y necesaria de lo que nos podemos imaginar. Ella es la que nos ofrece luz en medio de la oscuridad de este mundo, la que nos guía a través de nuestros desiertos, la que nos ofrece consuelo, gozo y esperanza. Necesitamos urgentemente leer, estudiar y meditar en la Palabra todos los días. Al igual que diariamente comemos y bebemos para vivir y estar sanos, también necesitamos la palabra de Dios.
 
Esdras no sólo leyó la ley en presencia del pueblo, sino que además les asignó a los levitas la tarea de enseñar e instruir al pueblo en la voluntad de Dios. Es muy bueno e importante reunirnos cada semana en la iglesia para oír y profundizar en la enseñanza de las Escrituras, pero algo que jamás debemos de olvidar es que los padres tenemos un llamado y una responsabilidad de parte de Dios de enseñar las Escrituras a nuestros hijos en la casa. Levántate y sigue edificando las murallas de la Palabra.