Oseas 10:2

Oseas 10:2 “Su corazón está dividido. Ahora serán hallados culpables. El Señor demolerá sus altares y destruirá sus ídolos”.
 
El pecado de Israel finalmente los llevó a la destrucción total. Ellos cometieron el terrible error de atribuir las bendiciones que recibieron al dios pagano Baal. No solo desobedecieron al Señor y le dieron la espalda, sino que además terminaron edificando altares para adorar a otros dioses. El corazón del pueblo se desvió y fue conquistado por diversos ídolos; por ese motivo, el Señor decidió actuar con su juicio para demoler todos sus altares y destruir cada uno de sus ídolos.
 
En nuestro corazón hay un trono para que un Señor gobierne y sea el protagonista de nuestras vidas. Cada persona en el mundo tiene que analizarse para saber quién está ocupando ese trono. Al igual que en el juego de las sillas, los ídolos de este mundo compiten entre ellos por ocupar el trono de nuestro corazón. Ellos saben que aquel que ocupe el trono, tendrá como siervo a la persona, ya que los ídolos siempre nos prometen mucho, pero al final nos lo quitan absolutamente todo.
 
Si deseamos ser libres, felices y tener una vida bendecida lo único que debemos hacer es permitir que Dios expulse a cada uno de los ídolos que corretean alrededor del trono de nuestro corazón. Nuestro trono solo le pertenece a Jesucristo, Él es el buen Señor que puede gobernar nuestras vidas y saciar los vacíos más profundos de nuestra alma. No te dejes engañar por el diablo y sus mentiras, no olvides que cada una de las bendiciones que tienes proceden de la mano bondadosa de Dios. Cuida, protege y vigila constantemente el trono de tu corazón para que sólo se siente la maravillosa persona de Jesús.