Oseas 9:17

Oseas 9:17 “Mi Dios los desechará porque ellos no lo oyeron, y andarán errantes entre las naciones”.
 
El juicio que Dios iba a realizar a Israel incluiría tanto el exilio como la disminución de la población. Debido a la rebeldía de sus corazones y por cerrar sus oídos al consejo y las amonestaciones del Señor, caminarían durante años errantes entre las naciones paganas de este mundo. Por causa de sus pecados Israel había perdido sus privilegios como nación del pacto y se habían hecho como cualquiera de las otras naciones.
 
En definitiva, podríamos afirmar que el pueblo de Dios estaba recibiendo lo que se merecía y nada es más terrible que recibir lo que merecemos. Precisamente Dios, cuando decide salvarnos, lo que hace es entregarnos su gracia, y la gracia es el bien y las bendiciones de Dios que no merecemos. Cuando los que somos hijos de Dios al igual que el pueblo de Israel, decidimos no oír su voluntad, nos alejamos del Padre y nos perdemos en este mundo. Esto mismo le sucedió en la parábola al hijo pródigo.
 
Nosotros como las ovejas necesitamos cada día oír la voz y estar muy cerca del Buen Pastor. Sólo siguiendo los pasos del Señor, podremos caminar por el desierto de este mundo sin perdernos y sin sufrir consecuencias por nuestros pecados. El deseo de Dios como Padre es cuidarnos, protegernos y bendecirnos, para que podamos experimentar todas estas cosas. Lo único que debemos hacer es permanecer cerca de sus brazos.