Oseas 11:2

Oseas 11:2 “¿Cómo podré abandonarte, Efráin? ¿Te entregaré yo, Israel? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión”.
 
El capítulo 11 del libro de Oseas es realmente hermoso. A través de él podemos ver el amor, la gracia, la paciencia, la fidelidad y la misericordia tan grande que tiene el Señor hacia su pueblo amado. Pero a pesar de recibir todo esto, el pueblo una y otra vez continuaba rechazando al Señor.
Es increíble leer a lo largo de la biblia cómo Dios siempre ha sido fiel a su pueblo y a cada uno de sus hijos.  Por el contrario, nosotros constantemente le fallamos, le damos la espalda y corremos tras nuestros ídolos.
 
En este capítulo se nos muestra el amor perfecto de Dios como Padre. El Señor dijo que jamás abandonaría a su pueblo porque su corazón siempre es movido hacia la compasión. Aunque el pueblo de Dios lo abandone una y otra vez, el Señor siempre estará dispuesto a perdonar y abrazar a todos aquellos que son suyos. Los tres miembros de la trinidad realizaron un pacto para amarnos por toda la eternidad.
 
Qué maravilloso y qué descanso para el alma es saber que el amor de Dios hacia nosotros, en última instancia no depende de nuestras obras, de nuestra obediencia, fidelidad, ni siquiera de nuestro amor débil, imperfecto e inconstante. Dios nos ha amado, nos ama y nos amará porque Él ha decidido amarnos a pesar de nuestros pecados e infidelidades. Él es el esposo y el padre bueno que restaura a sus amados,  precisamente por medio de su gracia y de su amor. Medita en estas gloriosas verdades para que tu corazón siempre corra hacia el Dios que te ama y el que nunca te dejará ni abandonará.