Oseas 13:6 “Te perdiste, Israel, más en mí está tu ayuda”
El pueblo de Israel una vez más se alejó de Dios y terminó perdiéndose entre la idolatría y los diferentes ídolos que existían. Israel cambió la adoración espiritual, verdadera y genuina por la adoración hueca, externa y vacía. La Biblia nos dice claramente que todo tipo de idolatría está considerada abominación para el Señor. Los ídolos son realmente peligrosos porque lo que pretenden es ocupar el trono de nuestro corazón y separarnos de Dios hasta convertirnos en sus prisioneros.
La idolatría va mucho más allá que adorar a estatuas, imágenes o pinturas. Cualquier cosa puede llegar a convertirse en un ídolo. Tenemos que tener muchísimo cuidado porque como dijo Calvino “nuestro corazón es una fábrica de ídolos”. El ser humano, desde que fue expulsado de la hermosa presencia de Dios en el huerto del Edén, vive completamente perdido entre los ídolos de este mundo.
Al igual que el pueblo de Israel, estamos perdidos en el templo pagano de este mundo, el cual nos ofrece millones de ídolos. La buena noticia del evangelio es que sólo en Dios se encuentra la ayuda que necesitamos. Sólo en Dios podremos hallar el gozo, la plenitud, la paz y la vida que necesitan nuestras almas sedientas. Nuestro corazón está completamente inquieto entre tantos ídolos y únicamente encontrará el verdadero descanso cuando repose en el Señor. Cristo ha venido para llenarnos y saciarnos. Como dice el estribillo de una hermosa canción “Él es el agua que al beber nunca más tendremos sed, Jesucristo basta”.