Salmo 25: 4 y 5

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación. Salmo 25: 4 y 5

El salmista en estas palabras está reconociendo su torpeza y está pidiendo a Dios que en todo momento le muestre por donde debe caminar. Nos ahorraríamos muchísimos sufrimientos si antes de iniciar una nueva ruta y decisión personal consultáramos con los diferentes GPS que Dios nos ha dejado como por ejemplo la palabra, la oración, el consejo de los hermanos…

Lo más peligroso es cuando silenciamos la voz del GPS del Espíritu Santo y comenzamos a escuchar la voz del GPS de nuestro corazón. Si deseas ser feliz y andar por el camino correcto no escuches la voz de tu corazón porque como bien dice la Biblia él corazón es engañoso.

El GPS del corazón se mueve principalmente por impulsos, sensaciones y emociones y como tú muy bien sabes todo eso cambia de la noche a la mañana, además nuestro corazón está inclinado hacia el pecado y eso siempre nos confunde por eso solo debemos fiarnos del Señor y de los consejos que nos ofrece su palabra.

En este día te pido por favor que dediques unos minutos para recalcular y dejar que el Espíritu Santo te muestre si el camino que estás siguiendo es de la voluntad de Dios, si te lleva a un buen destino o si por el contrario al final sólo tendrás lágrimas. Por amor al Señor y por amor a tu alma no des ni un paso más sin consultar con el GPS de Dios.